Acaba de dar comienzo el pistoletazo de salida de la que será la edición número 65 de uno de los festivales de cine de mayor repercusión mundial, el Festival de Cannes. En su gala inaugural ya pudimos ver diversidad de celebrities que compiten cada año por llevarse el tan ansiado hipotético galardón de ser la más guapa, glamurosa y elegante del evento. Estamos ante una semana llena de moda y de inspiración para futuras tendencias.
Artistas de primera talla comienzan a desfilar por la Alfombra Roja con todo lujo de vestimentas, complementos y poses dignas de auténticas pasarelas. Una de las actrices que más llamó la atención fue Eva Longoria, vestida una vez más por Marchesa y cuyo escote desnudo y larguísima cola no dejó indiferente a nadie. La protagonista latina de la famosa serie “Mujeres desesperadas” se enfundó en un vestido nude que causó sensación.
Completamente ceñida en un modelo realizado a base de incrustaciones de paillettes que culminaban en una elaborada cola de tul que simulaba pétalos en relieve, Eva Longoria se decantó por lucir el pelo recogido. Una decisión muy acertada que permitía dejar a la vista el escote y la espalda. No fue tan acertado el estilo con el que recogió su cabello, un moño cuya apariencia frontal era la del nido, y que su parte posterior se inspiraba en el italiano, dos estilos que actualmente no se llevan nada. Una imagen que resultaba más atractiva desde lejos que a corta distancia.
Lo mismo ocurrió con el maquillaje. Eligió los tonos marrones metalizados para los ojos y nacarados para los labios, una apuesta que podía haberle quedado bien si hubiera preparado la piel previamente. El cutis de Eva Longoria pide a gritos una exfoliación bastante profunda. Alguien de su fama y posición no puede aparecer en un evento de este tipo con imperfecciones en el rostro e importantes marcas de pigmentación como la sombra que luce sobre el labio superior. Un fallo imperdonable en sus estilistas.