Para tener un cutis perfecto es imprescindible desmaquillarse perfectamente. Si no lo hacemos, nuestra piel no puede regenerarse.
La mayoría de mujeres nos maquillamos de forma habitual, ya que es una manera de sentirnos mejor con nosotras mismas. Lo normal es que pasemos bastante tiempo haciéndolo a conciencia para lograr un resultado perfecto. El problema está en que no ponemos el mismo empeño a la hora de quitarnos todos los productos que hemos puesto encima de nuestra piel.
Si no retiramos el maquillaje de nuestra piel, los poros quedan obstruidos, lo que provoca la aparición de granos y puntos negros. Es muy importante que utilicemos productos especialmente indicados para este fin y adecuados para nuestro tipo de cutis.
El primer paso es retirarnos el cabello de la cara para aplicar moderadamente el producto desmaquillador. Hay que hacerlo de manera uniforme en la frente, nariz, mentón, mejillas, pómulos y cuello. La frente, la nariz y el mentón concentran mayor cantidad de grasa, así que deberemos aplicar más producto y con más frecuencia. Después, hay que hacer un masaje lento y profundo con movimientos circulares presionando ligeramente con la yema de los dedos.
A continuación debemos aplicarnos el tónico que mejor vaya con nuestro tipo de piel. Debemos verterlo en un algodón o toallita facial e ir presionando levemente por el rostro y el cuello. Después, seca la piel con una toallita, dando toques suaves para absorber la humedad.
Por último, debemos utilizar una crema hidratante específica para nuestro tipo de piel, ya que después de desmaquillarnos nuestra piel queda un poco áspera. Los ojos, pestañas y labios requieren de un desmaquillado especial.