Hidratantes para el verano


Del mismo modo que modificamos nuestro vestuario con los cambios de estación, la piel también se ve afectada y necesita mantener los niveles de hidratación en cualquier época del año. Durante el invierno, procuramos cuidar la piel de fuera para adentro, esto es que la protegemos de los daños que pueden causarle el viento y las frías temperaturas. En cambio en verano la protección es inversa, de dentro hacia fuera, lo que significa que debemos vigilar que el exceso de sudoración no provoque un aspecto deshidratado.

Si conseguimos mantener los niveles óptimos de agua en el interior de la piel, nuestro rostro recobrará su vitalidad y estará más suave y luminoso. Es importante destacar que con el paso del tiempo la proporción de agua en la piel va disminuyendo, por lo que es más fácil que se deshidrate y se muestre áspera y tirante. Por ello es fundamental elegir la crema hidratante más adecuada para cada edad, así como beber agua a lo largo del día para reponer la que hemos ido consumiendo.

Las cremas hidratantes más actuales incluyen ingredientes que absorben y almacenan agua en la piel, pero también contienen otros específicos que se encargan de retener la que ya está en su interior, lo que significa un gran avance en tecnología cosmética. Estos componentes se clasifican por ser humectantes, hidratantes activos, hidratantes pasivos, y de larga duración. Del mismo modo, pensando en las necesidades específicas de cada tipo de piel, las hidratantes de hoy en día se presentan en diferentes texturas: gel, fluido y crema.

Con tu crema más adecuada para esta época del año podrás conseguir captar el agua del ambiente y fijarla bien en el interior de tu piel. Asimismo crearás una película protectora que ejercerá un efecto barrera idóneo para mantener esa hidratación durante más tiempo, algo que te resultará más fácil si tu producto contiene activos que estimulen a las sustancias encargadas de las reservas de agua en la dermis.

Deja una respuesta