Tipos de peeling facial


Nuestra piel se regenera cada noche y también sufre ciclos de eliminación de células muertas en un proceso natural que se efectúa con una periodicidad de 28 días. Con la edad, este proceso se vuelve más lento, por lo que las células muertas no consiguen ser eliminadas y se van quedando en la superficie de nuestra piel. Esto es lo que hace que nuestro cutis se muestre seco, áspero y apagado.

Para ello debemos incorporar en nuestros trucos de belleza la realización de un peeling facial, teniendo en cuenta que los hay de diferentes intensidades, y que algunos son de uso casero mientras que otros son de aplicación exclusiva de profesionales.

Peeling mecánico: se realiza con micropartículas de silicio orgánico o con ingredientes a base de semillas. Son productos que suelen presentarse en textura crema o gel y su eficacia está limitada a la capa más superficial de la piel.

Peeling con ácidos alfa y beta hidróxidos: su fórmula contiene ácidos del tipo glicólico y salicílico, entre otros. Su intensidad variará en función de la concentración de estos ácidos que se haya incorporado al producto. Por lo general, los de utilización casera tienen un 10% y te ayudan a borrar manchas oscuras de la piel, atenúan arrugas, actúan sobre los poros abiertos y aceleran la renovación celular. Su presentación es más habitual en formato mascarilla.

Peeling de mediana intensidad: su concentración en ácidos puede oscilar entre el 35 y el 50%. Son más agresivos que los peeling caseros y deben ser aplicados por profesionales médicos. Después de su aplicación, la piel se enrojece y pela, pero es algo habitual que dará como resultado que en una semana se renueve y muestre un aspecto mucho más saludable.

Peeling profundo con Phenol: este tratamiento actúa a un nivel mucho más profundo. Actualmente está casi en desuso porque la incorporación del láser a los tratamientos estéticos le ha absorbido bastante terreno.

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