A pesar de que muchas pensábamos que los peelings se reducían a esos remedios caseros para limpiar y exfoliar la piel en casa, lo cierto es que la medicina estética ha conseguido grandes avances desde las recetas de nuestras abuelas y propone técnicas mucho más profesionales y efectivas con resultados rápidamente visibles.
A continuación te dejamos un repaso por algunos de los principales peelings en función de su intensidad, así que si estabas pensando en exfoliar y rejuvenecer tu piel con esta técnica no dudes en informarte antes de acudir a tu centro.
Peelings superficiales
Son tratamientos que sólo penetran hasta la epidermis, la capa más externa de la piel sirve como principal barrera del cuerpo a los agentes externos perjudiciales. Además, no necesitarán tratamientos especiales ni reposo tras el tratamiento.
Puedes solicitar los siguientes:
– Con alfa-hidroxiácidos (AHA): Es la forma más suave de ácido para peelings químicos. Contiene ácido glicólico, láctico, málico, tártrico o mandélico.
– Con beta-hidroxiácidos (BHA): Utiliza ácido salicílico y su derivado lipófilo, el lipohidroxiácido – LHA.
– Con TCA: El ácido tricloroacético (TCA) es más fuerte que el AHA y es efectivo contra las arrugas finas, cicatrices poco profundas y cambios en la pigmentación. En este caso es de 10 a 20%.
Peelings medios
La intensidad del tratamiento incrementa de modo que los ingredientes penetran hasta la dermis superficial (también conocida como dermis papilar), ubicada inmediatamente por debajo de la epidermis.
– Jessner: resorcinol, ácido salicílico, ácido láctico y etanol.
– Con TCA de 20 a 33%.
Cualquiera de ellos precisa un reposo de 7 a 10 días.
Peelings profundos
Son los más intensos, aquellos que se introducen en la dermis media (o dermis reticular) y que por tanto actúan en las capas más profundas y gruesas de la dermis.
– Con fenol: Es uno de los más radicales y se utiliza para arrugas de profundidad media y alta y para cambios en la pigmentación.
– Con TCA superior a 50%.