Tener un cutis libre de imperfecciones no solamente depende de los productos que utilizamos para cuidarlo o de la asiduidad con que los aplicamos sino también del buen uso de algunos de esos tratamientos caseros tradicionales que han pasado de generación en generación.
No, no vamos a volver a hablarte de las mascarillas caseras a base de ingredientes naturales sino de un método muy eficaz para limpiar los poros y estimular la circulación del rostro: los baños de vapor.
Se trata de una técnica casera rápida, fácil y económica capaz de suavizar la piel y eliminar de ella la suciedad que se acumula en los poros que consiste en hervir un poco de agua y aderezarla con unas gotitas de aceite esencial (u otro ingrediente natural) para permitir que la piel ‘respire’ el vapor que se produce .
El paso a paso del baño de vapor sería el siguiente:
1. Pon media olla pequeña de agua a hervir y espera hasta que se encuentre en ebullición para retirarla del fuego y ponerla en un recipiente de abertura ancha.
2. Coloca en el agua hirviendo algunas hierbas y hojas frescas o secas o bien unas gotas de aceite esencial según convenga a tu piel: a modo de ejemplo, si tu piel es grasa lo mejor es agregar al agua hojas de menta, cáscara de limón o aceites esenciales mentolados, mientras que para los cutis más sensibles sería más recomendable utilizar manzanilla o cáscara de lima.
3. Una vez preparado todo lo anterior acerca tu rostro al recipiente, tapa la cabeza y la olla con una toalla de tamaño medio y permite que tu piel respire este vapor aromático que permitirá la sudoración que hará posible que tus poros se limpien. Aguanta durante unos 15 minutos o bien hasta que el vapor vaya desapareciendo.
4. Para cerrar los poros y rehidratar la piel lo mejor es enjuagar con agua fresca la cara inmediatamente después del tratamiento, utilizar una loción limpiadora de poros y acabar con una hidratante adaptada a las necesidades de tu piel.
Un último consejo: controla el calor que tolera tu rostro si no quieres acabar el tratamiento con toda la piel irritada e incluso quemada por las altas temperaturas.