Aunque ya era una actriz conocida, Angelina Jolie se convirtió en una gran estrella mundial al interpretar a Lara Croft en la adaptación del popular videojuego “Tomb Raider” en 2001, y su fama llegó a culminar cuando, unos años después, trabajó con Brad Pitt y terminaron formando una familia juntos. A partir de ese momento, se convirtieron en una de las parejas más seguidas y admiradas por los lectores del papel cuché, hecho que nos da la oportunidad de poder seguir, prácticamente, el día a día de Angelina y tomarla como referencia en tendencias de moda, tanto por su vestuario como por su maquillaje y peinado.
En este sentido, cabe destacar que hablamos de una persona que cuenta con una herencia genética importante, ya que goza de unos rasgos y facciones que le facilitan sobremanera el poder potenciar al máximo su atractivo, pero no por ello lo hace de un modo burdo ni exagerado. Angelina Jolie no es muy dada a lucir la típica imagen de diva de Hollywood, y acostumbra a utilizar técnicas de maquillaje que siempre le aporten un aspecto natural, para ello, es imprescindible la aplicación de una base fluida que se limite a corregir imperfecciones, acompañada de unos polvos traslúcidos que impidan que la piel muestre signos de grasa u otro tipo de brillos.
Para sus ojos, consigue darles intensidad pintando la raya interna de ambos párpados con lápiz marrón oscuro, y los acompaña por una sombra de la gama gris oscuro, cuyo efecto difuminado puedes lograr si te la aplicas con un bastoncillo de los oídos. Para no apagar la luz de su mirada, completa esta zona con un toque muy sutil de rímel, que permita dilucidar las pestañas pero sin darles protagonismo. Del mismo modo, también le favorecen las barras de labios muy naturales, en tono maquillaje, con un acabado nacarado.