“Cría fama y échate a dormir”. Así es como podría empezar hoy este post, ya que viendo esta imagen de Olivia Palermo, no puedo comprender cómo puede acudir a un acto público con tantos fallos en su imagen. Olivia Palermo es la it girl en la que todas las mujeres del mundo ponen actualmente su mirada para tenerla como un referente de moda imprescindible, desbancando a personajes de la talla de Victoria Beckham y Sara Jessica Parker.
Irrumpió hace unos años en el mundo televisivo de la mano de «The City», una especie de reality show donde veíamos sus peripecias diarias, incluyendo sus comienzos laborales en la prestigiosa revista de moda Elle. Hija de un millonario promotor inmobiliario y asidua a todo tipo de eventos promocionales exclusivos para las más relevantes celebrities, Olivia Palermo sigue acaparando multitud de portadas que hacen de ella todo un referente de la moda.
Toda esta introducción la considero necesaria para abordar el tema de su maquillaje, ya que, con su dineral y los contactos que tiene, se supone que tendría que utilizar los productos de belleza más eficaces y ser maquillada por los mejores profesionales, pero parece que no es así. Lo primero que me llama la atención, son los brillos en su piel, que denotan una importante tendencia a grasa, y que nadie ha sabido matizar ni con polvos, ni con una base mate. A continuación, no entiendo ni la tonalidad ni la manera de aplicar el corrector, ya que sus ojos muestran la apariencia de haber tomado el sol con gafas de natación, ya que luce los mismos contornos que el propio David Meca.
Los ojos, a su vez, quieren parecer naturales, y están fatalmente pintados con una abrupta raya de lápiz marrón y una concentración exagerada y grumosa de rímel negro en los extremos. Completa este look tan desafortunado una melena muy mal ondulada, cuyas puntas quedaron tiesas y cuya raíz muestra encrespamiento. Lo dicho: cría fama, y échate a dormir.
El brillo de su piel es lo que le da luminosidad y juventud, por lo que me parece que se ve radiante y no empanizada como algunos desearian que se viera. Los grumos de su rimel es algo que sinceramente yo no los veria ni con lupa.
Hola, Natalira! No niego que esta chica vaya siempre impecable, por eso me llamó la atención esta fotografía. Y con respecto a lo del brillo de la piel, no podemos confundir la luminosidad con la grasa. Un saludo!