El día a día nos lleva a ir corriendo desde que nos levantamos. Es una contrarreloj continua ante la que es necesario adoptar una serie de trucos para no tener que renunciar a la rutina de belleza facial y al maquillaje para estar espectacular. A veces, para el día a día, es suficiente con centrarse en una parte del rostro. En este caso, vamos a hablar de los ojos para que conozcas una serie de trucos con los que estarás lista en segundos o, como mucho, en pocos minutos.
Primeros pasos
El primer paso para conseguir un buen resultado en el maquillaje de los ojos es aplicar una prebase en los párpados, que ayudará a fijar el resto de cosméticos, aparte de contribuir a que permanezcan intactos durante más tiempo, sobre todo, las sombras y el eyeliner.
El gesto es rápido: poner una gota de prebase en el dedo y pasarlo por la cuenca del ojo. Además, a diferencia de lo que sucede, no es necesario esperar a que se seque del todo para aplicar las sombras. De hecho, si la prebase no está seca del todo, las sombras se extienden mejor y más rápido.
El maquillaje
Tras este paso, hay que comenzar a aplicar las sombras. Para conseguir un efecto natural para el día a día, la clave está en usar una más clara y otra más oscura, aparte de otra beige iluminadora.
La sombra más oscura se aplica justo en el párpado móvil, en la zona justo por encima de las pestañas, mientras que la más clara se pone por encima de la cuenca del ojo. El toque final se consigue con un toque de la sombra iluminadora debajo de la ceja.
A continuación, si quieres ensalzar la mirada o hacer los ojos más grandes, solo tienes que perfilarlos por el párpado superior con un lápiz o eyeliner en formato rotulador, ya que su aplicación es más rápida y fácil.
Y, finalmente, solo queda aplicar la máscara de pestañas. Para que se vean pobladas, es mejor optar en estos casos por un rimel que aporte volumen a los pelitos. Con dos capas, suele ser suficiente. Y ya estás lista.
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