Por mucho que adores pasar largas jornadas playeras bajo el sol debes ser consciente de que la exposición a los rayos solares puede resultar muy perjudicial para la piel independientemente del tono de la misma.
Y es que no por tener un tono más oscuro de piel estás a salvo de los efectos perniciosos del sol… De tez blanca o morena, es imprescindible que aprendas a tomar algunos buenos hábitos para este verano.
1. Evita las horas de más intensidad: Es conocido por todos que las horas comprendidas entre las 12 del mediodía y las 3 de la tarde son las más fuertes y pueden tener efectos muy negativos en nuestra piel, por lo que es necesario que te protejas mucho más y que de hecho evites la exposición (especialmente si tu piel es clara). Si has ido a pasar el día aprovecha este ratito para dar un paseo o tomar un refresco refugiado en la sombra… ¡La playa también puede disfrutarse de otra manera!
2. No expongas a los menores de 3 años directamente al sol. Si tienes que hacerlo por cualquier motivo, protege su delicada piel con cremas de los factores más altos (resistentes al agua), sécalos después del baño y cúbrelos con alguna camiseta o vestido y un sombrerito.
3. Como ocurre con los pequeños, cuando el sol sea demasiado intenso también tú debes protegerte con todo lo que tengas a tu alcance: Cremas o sprays protectores, sombreros, camisetas, gafas de sol con filtros UV, etc.
4. No tengas miedo a la hora de aplicar el producto en buenas cantidades, pues dos capas siempre serán mejor que una. Además, debes evitar el error de olvidar algunas zonas como las orejas, el cuello, la nuca o los pies, por ejemplo… ¡También se queman al sol!
5. Reacciona: Nunca es tarde para intentar remediar los efectos del sol en tu piel. De este modo, por ejemplo, márchate a casa o refúgiate en la sombra si ves que tu piel se está quemando y acude al médico si ves que la exposición solar se ha traducido en una alergia leve o aguda.