¿Tienes el cabello sano? Hay que tener en cuenta que cualquier situación personal puede tener consecuencias en el pelo, como por ejemplo si pasamos por una depresión. Para tener el cabello sano no sólo hay que cuidarlo con lavados y tratamientos, sino que también tienes que cuidar tu alimentación y tu higiene diaria, ya que aunque parezca increíble, un mal lavado de dientes puede causarnos problemas en el cabello.
Para poder analizar tú misma en qué estado está tu cabello, empieza por arrancarte un pelo y que sea, preferiblemente, de la parte superior de la cabellera, y por supuesto que contenga la raíz. Un pequeño tirón y ya está. Colca el pelo de forma que la punta y la raíz estén en paralelo para poder compararlas y observarlas en base a las siguientes características:
• Grosor: Si el diámetro del pelo es más pequeño en las puntas significa que está en proceso de degradación, es decir, está yendo de saludable a no saludable, por lo que tenderá a mostrarse débil, seco y con pérdida de volumen.
• Textura: Si las puntas tienen menos brillo que la raíz y además puedes comprobar que no es suave cuando lo tocas, eso es porque la cutícula no está en las condiciones adecuadas y ocasiona que el resto sea un pelo sin brillo que apenas muestre luz.
• Color: Si la raíz conserva más color que la punta indica que tiene una pérdida de hidratación o melanina, lo que motivará que el cabello comience a formar las puntas abiertas y muestre electricidad estática, uno de los problemas que vuelve nuestro cabello feo y que lo hace muy difícil de manejar.
Una de las pruebas más fiables para saber si tienes el pelo sano es realizar la prueba de la harina. Se trata de poner una cucharadita de harina en un plato y pasar un pelo por ella. Si la harina se queda adherida será señal de que las cutículas están dañadas, mientras que si se queda relativamente limpio será señal de que el cabello está sano.