Hoy vamos a hablarte de uno de los productos de maquillaje más importantes de nuestro neceser. Nos estamos refiriendo al corrector, que nos permite disimular y cubrir todo tipo de imperfecciones: ojeras, granitos, manchas, rojeces, cicatrices…
Más allá de saber escoger el mejor corrector y de aprender a utilizarlo de forma correcta, es recomendable que aprendas algunos pequeños trucos que te ayudarán a sacarle partido a este cosmético. ¡A continuación te contamos algunos muy prácticos!
Crema hidratante y pre-corrector
Lo primero que queremos recomendarte es que rebajes el corrector con un poco de crema hidratante con el objetivo de adaptarlo al grado de cobertura. Por otro lado, debes saber que es buena idea aplicar antes un pre-corrector de color rosado o salmón en la zona a tratar para hidratar la zona.
Bolsas
A la hora de utilizar este importante producto cosmético deberás tener muy claro que siempre hay que utilizarlo después de la base. Y aunque existen correctores específicos para diferentes zonas de la piel, hay una parte del rostro en la que nunca deberías aplicar este producto. Nos estamos refiriendo a las bolsas. En realidad, no deberás extender el producto en toda la bolsa, sino solo en la mitad, es decir, en la parte donde se concentra más pigmento. En cuanto a la forma de aplicación, es mejor hacerlo a golpecitos para facilitar el drenaje. Además, es buena idea aplicar antes un contorno de efecto refrescante para bajar la hinchazón.
Ojeras
Si para algo es utilizado el corrector es para cubrir las ojeras. Pues bien, debes saber que para disimularlas de forma efectiva es necesario utilizar antes un pre-corrector. Eso sí, si la ojera no es muy oscura, deberás optar por un corrector unos dos tonos más claros que la piel, mientras que si es oscura, es mejor que el corrector sea más bien salmón o anaranjado. Por otra parte, si la ojera es más bien azul, es mejor que escojas un producto amarillo.