La primera impresión que nos llevamos de una persona es sin duda parte de la información que nuestro cerebro después almacenará acerca de la misma, y es que nuestro aspecto es nada más y nada menos que una carta de presentación.
En este sentido una de las partes que más dice de nosotros es nuestra boca, y es que una sonrisa bonita puede ganarse a cualquiera.
No obstante, no existe motivo alguno para entender que esto signifique una sonrisa de película en la que los dientes quedan completamente alineados, blanquísimos y brillantes, sino unos dientes limpios y muy cuidados enmarcados por unos labios muy apetitosos.
La higiene es la parte más fundamental. Para empezar, y aunque ni siquiera deberíamos decirlo, es necesario lavarse los dientes tres veces al día así como utilizar el hilo dental y el enjuague bucal como mínimo en una ocasión.
Sé prudente con los productos y alimentos que pueden provocar manchas o una alteración en el esmalte de tus dientes: El café o el tabaco, por ejemplo, son unos de los causantes de que los dientes se vuelvan amarillentos con el paso de los años, mientras que los cítricos pueden desgastarlo.
Aunque puedes utilizar algunos trucos y recetas caseras para blanquear tus dientes debes ser prudente, pues algunos de estos tratamientos también podrían perjudicarles.
En cuanto a los labios, debes mantenerlos continuamente hidratados con bálsamos labiales, cacaos y vaselinas, así como realizar tratamientos nutritivos y exfoliantes de manera ocasional para conseguir hidratarlos en profundidad así como para eliminar las pieles muertas.
No olvides tampoco protegerlos del sol durante todo el año con labiales con factor SPF.
Por otra parte, debes pensar también que no es lo mismo cuidar tus labios con 20 años que con 50, pues los signos del envejecimiento hacen que debamos tener en cuenta unos cuidados específicos para los labios según nuestra edad.
Para acabar con una sonrisa 10, da un poco de brillo o color a tus labios. ¡Estarás espectacular!
yosoy lamejor ok
gusted aquien legusted ok
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