El maquillaje de cat eyes no suele pasar de moda, aunque con el paso de los años se ha ido adaptando a diferentes estilos, pero sin perder su esencia, de manera que puede lucir de una manera más a los años 50, 80, 90… y también actual. Es un estilo de maquillaje que se suele hacer con eyeliner o con lápiz de ojos en color negro y, cuanto más negro –es decir carbón-, mejor. Por fortuna, las técnicas de maquillaje y las tendencias evolucionan y ya no tiene por qué ser así. Hay otras soluciones y formas de hacer un maquillaje cat eyes sin tener que recurrir a estos delineadores. Además, la ventaja es que permiten lucir un estilo más juvenil y se pueden llevar incluso pasados los 30, lo que era complicado con el eyeliner porque se ponían más años encima. Y, ¿cómo se hace? Toma buena nota de estos trucos.
Las sombras de ojos
La clave para no tener que recurrir al eyeliner y lucir un maquillaje de cat eyes u ojos de gata está en las sombras de ojos. Con un uso adecuado y la correcta elección del color, es posible no tener que hacer ni recurrir al trazo muy marcado. Además, con las sombras, se puede conseguir un resultado con mucho más glamour e, incluso, más elegante.
Pero vamos por partes. Una buena opción es sustituir el color negro por los tonos grises. Para lograr un buen efecto, se necesitarán varias tonalidades dentro de la misma gama elegida.
Una vez se tienen las sombras o paleta, el primer paso es aplicar una sombra gris en todo el párpado móvil. En su aplicación se debe llegar hasta el extremo del ojo con el fin de unir el trazo del extremo exterior con las pestañas abajo.
A continuación, se debe poner una sombra más oscura, que se aplica por encima del párpado móvil. El objetivo con esta tonalidad es hacer que el ojo se vea más rasgado como en los gatos o en el maquillaje cat eyes original.
Y, finalmente, el último toque se pone en la zona del lagrimal. En esta parte se aplica una sombra clarita, pero perfilando bien esa parte del ojo. El truco aquí está en aportar un punto de luz.
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