Llevar a cabo unos cuidados diarios sobre el cutis es fundamental si queremos que el mismo tenga una apariencia hermosa y saludable.
Sin embargo, hay todavía muchas mujeres que desconocen cómo deberían realizarse… Pues bien, si estás entre ellas toma nota porque lo mejor que podrás hacer es crear una rutina de belleza para los dos momentos más fundamentales del día: la mañana y la noche.
La piel no tiene las mismas necesidades en un momento que en el otro, por lo que a primera hora del día será fundamental proteger la piel contra los agentes externos mientras que a última hora será necesario limpiar y reparar la piel.
A continuación te dejamos una buena guía para cada momento:
Mañana
– Lávate la cara con agua y un gel suave adecuado para el rostro.
– Aplica un tónico para refrescar la piel, nivelar su pH y para cerrar los poros.
– Es fundamental utilizar una crema hidratante con protector solar (también hay maquillajes hidratantes con SPF): no solamente ayudará a nutrir la piel y devolver luminosidad al rostro sino que además será ideal para protegerte frente a los rayos perjudiciales del sol que afectan a nuestra piel durante todo el año (y no solo en verano).
Noche
– Queda terminantemente prohibido acostarse sin haber eliminado los restos de maquillaje y la suciedad acumulada en la piel durante todo el día, por lo que el primer paso será desmaquillarse con una crema especial para el rostro y los ojos y luego enjuagar la cara.
– Utiliza un tónico para acabar de eliminar la suciedad del rostro y preparar la piel para el siguiente producto, pues es una buena forma de que tenga una mayor efectividad.
– Es el turno de la crema nutritiva, que más allá de algunas características secundarias (antiarrugas, quitamanchas, etc.) deberá ser específicamente de noche, que tienen unas propiedades específicas para reestructurar los tejidos hidratando en profundidad durante nuestros momentos de descanso.
No olvides que exfoliar la piel un par de veces por semana es esencial para limpiar los poros, eliminar las células muertas y dar así un soplo de aire fresco al rostro.