Se acercan peligrosamente los días de playa y tu ya empiezas a sentirte un poco incómoda con la simple idea de ir a la playa más blanca que Nicole Kidman…
Pues tranquila, porque si ya estabas pensando en drásticas soluciones como ir a una playa desierta o hacer perjudiciales rayos UVA a destajo debemos decirte que te saltas una posible solución de lo más práctica: Los autobronceadores.
Ya te hemos hablado más de una vez de las cremas autobronceadoras, esos prácticos cosméticos que tiñen nuestra piel casi al instante dejando un efecto bronceado de lo más favorecedor.
Si has comprado uno de estos productos en crema o spray y te gustaría saber cómo aplicarlo sin peligro de padecer el temido y artificial efecto ‘bicolor’ (tu piel muestra dos tonos distintos) echa un vistazo a lo que te contamos y sigue estos pasos:
1. Exfolia las zonas a tratar, pues es la mejor manera de que el producto pueda penetrar en tus poros aplicándolo sobre las células que tardarán más en salir de nuestra piel. Puedes hacerlo, por ejemplo, con un guante de crin (evítalo en las zonas más sensibles).
2. Tanto antes como después de aplicar el autobronceador utiliza geles neutros que no agredan al PH de la piel, pues de este modo se secaría antes.
3. La crema hidratante es un buen aliado para utilizar previamente a la aplicación del producto, y es que facilitará en gran medida la distribución del mismo. Eso sí, hazte con cremas de rápida absorción y asegúrate de que tu piel se encuentre completamente seca antes de esparcirla.
4. La aplicación del autobronceador es evidentemente el paso más importante y al que debemos prestar más atención, pues de nuestra dedicación dependerán los resultados finales. Esparce una capa generosa sobre la zona con un buen masaje, especialmente si se trata de las zonas más secas como codos y rodillas donde podría quedar a manchas.
5. Cuando acabes con todo el cuerpo lávate muy bien las manos para que no queden restos del producto, ¡es una de las partes del cuerpo en las que más se fijan los demás!