Seguro que todas utilizamos el corrector de ojeras para camuflar las bolsas de los ojos y las ojeras. Sin embargo, ¿sabías que este artículo de belleza también tiene otros muchos usos? En Maquilladas te vamos a descubrir cómo sacar el máximo partido del corrector de ojeras.
Porque además de disimular las ojeras y camuflar las antiestéticas bolsas, el corrector también es un gran aliado para decir adiós a las imperfecciones y unificar el tono de nuestra piel. ¿Quieres descubrir otras muchas aplicaciones del corrector? ¡Pues toma nota!
Para imperfecciones en cualquier parte del rostro
Como su propio nombre indica, el corrector es un gran aliado contra las ojeras y bolsas que aparecen en el contorno de ojos. Pero además, este artículo de belleza también es muy útil para camuflar las imperfecciones del rostro. Pero eso sí, hay que saber utilizar bien cada color.
Los correctores de color melocotón se recomiendan para los moretones, los verdes para los granitos e imperfecciones de la piel, y los correctores amarillos sirven para unificar el tono y también para disimular las rojeces. Así que si tienes un estuche corrector con cualquiera de estos colores, ¡aprovéchalo bien!
Pero no utilices solamente el corrector de ojeras en el rostro, ya que también puedes utilizarlo en cualquier otra parte de tu cuerpo donde encuentres alguna imperfección, granito o mancha que quieras disimular. Por ejemplo, en el escote, en la espalda o en el pecho.
Para igualar el tono de la piel
Pero si utilizas tu corrector de ojeras en el rostro, acuérdate de aplicar este producto siempre antes de la base de maquillaje y del colorete. Puedes extender este producto con la yema de los dedos o con alguna brocha especial para este tipo de cosméticos.
Por último, el corrector también puede ser la solución perfecta para igualar el tono de tu piel. Como dijo Marilyn Monroe: “imperfección es belleza”. Pero si podemos conseguir un color de piel más uniforme, ¡manos a la obra! Así que intenta igualar la tez de tu cutis mezclando el corrector con la base de maquillaje. Incluso puedes probar a mezclar tu corrector con tu crema hidratante habitual.
En este sentido, no olvides escoger un corrector que se adapte a las necesidades de tu cutis, es decir, para piel grasa, seca, sensible…