Por tu estilismo, por la ocasión de la que se trata o por la persona que te va a acompañar, seguro que más de una vez te has encontrado con la necesidad de lucir un look dulce y sexy a la vez.
Pero, ¿cómo buscar este término intermedio con el maquillaje? Tranquila, porque aunque no lo parezca se trata de una cuestión más fácil de lo que parece…
La idea es coger toques característicos de cada uno de los estilos. De este modo, por ejemplo, los ojos deberían maquillarse para lograr una intensidad y profundidad deslumbrantes: una buena idea es maquillar el párpado superior con un tono clarito algo brillante, utilizar una base de tonos naturales algo oscura sobre el párpado móvil (marrones, por ejemplo) y trazar una fina línea con el perfilador para enmarcar todo el ojo en un intenso negro que dará a la mirada un aspecto sexy y misterioso. Por supuesto, no olvides aplicar un par de capas de tu rimmel extra volumen o unas pestañas postizas en negro.
Teniendo en cuenta el impacto de nuestros ojos debemos conseguir la manera de suavizar el maquillaje para que adquiera ese aire más dulce y romántico que también buscábamos. Para conseguirlo lo mejor es escoger tonos rosados para el resto de elementos clave del maquillaje como son el blush (colorete) o la barra de labios, por ejemplo.
No obstante, recuerda que antes de todo este proceso deberás haber escogido muy bien todos tus productos de base, desde un maquillaje que se funda con el tono exacto de tu piel hasta un corrector o unos polvos traslúcidos que ayuden a disimular cada una de tus imperfecciones.