La extrema delgadez de la princesa Letizia


En más de una ocasión se ha hablado de la extrema delgadez de la princesa Letizia, y hoy las alarmas han vuelto a sonar después de que esta imagen tomada en Chile diera la vuelta al mundo, convirtiéndose en centro de debate de todo hervidero social que se precie, tanto a nivel televisivo, como en gran variedad de programas de radio, y por supuesto en las redes sociales, donde todo el día ha sido el tema más comentado.

La cuestión es que la imagen es alarmante, no cabe duda, y máxime si nos centramos en la 2ª imagen, donde puedes apreciar de cerca el camino tan escabroso que recorre su brazo desde el hombro hasta la muñeca, deteniéndonos a apreciar los huesos que destacan en la cara interior del codo y, por supuesto, en el propio hombro. La imagen, cuando menos, es bastante desagradable.


Mi opinión personal en cuanto a la recurrida delgadez de nuestra princesa siempre fue defender el hecho de que, genéticamente hablando, su complexión es muy delgada, algo que podemos apreciar en su madre y en las imágenes en las que aparecen sus hermanas (una de ellas ya fallecida). Si a este hecho le añadimos el estrés al que se ve sometida a diario, el resultado puede ser éste.

Cualquiera de nosotras podemos adelgazar unos kilos cuando estamos sometidas a presión, pero si esto le ocurre a una persona tan menuda, la consecuencia es mucho más notoria. Sin entrar a defender ni detractar su personalidad, yo sí que soy de las personas que para nada envidian la vida de Letizia. Lo de vivir “como reyes” no creo que, en su caso, sea algo positivo, pues de todos es sabido que su nivel de exigencia es muy elevado, y para ella mostrarse siempre perfecta puede llegar a ser insoportable.

Si esta delgadez es fruto del estrés o de una anorexia, la cuestión estética (y menos importante) es que debería disimularla tapándose un poco; y la verdadera cuestión, que es la de su salud, es desearle desde aquí que pueda bajar el ritmo y que ojalá se recupere cuanto antes.

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