La exfoliación de la piel no es más que un tratamiento de belleza mediante el cual se limpian los poros de la piel para conseguir un rostro más suave, liso y sin imperfecciones.
Sin embargo, muchas sabemos más bien poco acerca de este hábito de belleza fundamental para la piel… Presta atención y comienza a coger tu rutina de belleza.
Beneficios
La exfoliación se encarga de limpiar literalmente las capas exteriores de la piel para eliminar las células muertas y la suciedad de los poros, lo que supondrá una mejora de las condiciones generales de la piel previniendo la aparición de granitos, arrugas o líneas de expresión en el rostro.
Exfoliar la piel también ayudará a mejorar la circulación sanguínea, por lo que se estimulará el drenaje linfático llevando oxígeno a todas las capas de la piel; esto hará que consigas una piel notablemente más suave y luminosa.
¿Cuándo hacerlo?
La frecuencia del tratamiento dependerá de tu tipo de piel así como de tu entorno:
– Normal y grasa: dos o tres veces por semana en clima caliente y húmedo o bien una o dos veces en clima seco o frío.
– Secas y sensibles: una o dos veces por semana en clima caliente y húmedo y una vez por semana o cada 10 días en clima seco o frío.
Remedios caseros
Existe una gran variedad de mascarillas caseras, aunque una de las más fáciles, efectivas y naturales es la siguiente: mezcla una cucharadita de azúcar con unas gotitas de limón y aplica la mezcla con suaves masajes sobre el rostro dejando actuar hasta que se seque. Después aclara con agua tibia y aplica tu tónico o hidratante.
Consejos
– Realiza el tratamiento siempre con la piel perfectamente limpia y libre de maquillaje.
– Aunque debes frotar a conciencia jamás debes ser brusca con los masajes para aplicar los productos, pues debes proteger tu piel y no lesionarla.
No pierdas detalle de cómo hacerlo paso a paso en nuestro artículo acerca de cómo exfoliar la piel.