Cada vez son más las marcas que utilizan la manteca de karité en sus fórmulas, pero deberías saber que también la puedes encontrar en su estado natural y utilizarla como hidratante y suavizante de la piel, además de la flexibilidad que notarás con su uso. Contiene vitaminas A, D, E y F, y está compuesta por látex y materiales que impiden que se convierta en jabón. El karité nace de un árbol de la sabana africana, cuyo fruto es similar a la nuez; en su interior se hallan unas almendras blancas y grasas. Tras su manipulación, éstas se convierten en una masa amarillenta, de aspecto y tacto mantecoso: la manteca de karité.