Maquillarse no siempre es fácil. No es solo una cuestión de elegir los tonos más adecuados o de optar entre un estilo más casual o más sofisticado en función del acto al que se acuda o momento del día. Muchas veces es una cuestión de técnica. Y, a veces, ni siquiera de ello. De hecho, hay errores graves en el maquillaje que se producen por no conocer con exactitud cómo utilizar el producto o creer falsos mitos, entre otras causas. Aquí contamos algunas de las principales equivocaciones para que no las cometas.
Blush
Uno de los productos que hay que saber utilizar bien es el blush, sobre todo, cuando es en polvo. Y es que un tono muy oscuro y que se aplica insistiendo mucho en la zona del pómulo hace parecer mayor. Además, suele endurecer los rasgos e incluso acentuar las patas de gallo si se extiende hacia la sien.
Y esto es especialmente importante siempre, pero aún más a partir de los 40 años. En este caso, lo mejor es optar por coloretes líquidos para su aplicación en la manzanita de las mejillas, es decir, la parte más alta al sonreír, y difuminarlo muy bien hacia el pómulo.
De este modo, el blush se funde con la piel a la perfección, aportando frescura y, en consecuencia, el buscado efecto buena cara. Para redundar en él, las mejores opciones de tonos son los rosados o melocotón, pero todo dependerá del conjunto del maquillaje y del tono de piel y cabello, entre otros factores.
Iluminador
Otro error muy grave a la hora del maquillaje es utilizar el iluminador como ojeras porque, precisamente, este producto atrae más la mirada hacia ellas cuando se aplica con el fin de ocultarlas. No hay que olvidar que este producto tiene por fin crear puntos de luz.
Si se tiene un problema de ojeras, la clave está en utilizar los correctores. Si no están muy marcadas, puede ser suficiente con uno que se aun poco más claro que el tono de la piel con el fin de evitar el efecto de oso panda.
Por el contrario, si las ojeras son azuladas, el secreto pasa por un corrector amarillo para contrarrestar el color, mientras que, en el caso de las marrones, se emplea un tono salmón o anaranjado. Otra opción son los correctores lila, pero solo para aquellas ojeras amarillentas. Y, sobre todo, hay que difuminar muy bien.
Artículos relacionados:
– Ojos sin bolsas ni ojeras: lo último para estar radiante
– Trucos para elegir el blush rosa que más te favorece para estar más joven