Sea por resolver un trauma físico o por mejorar a nivel estético, las operaciones de aumento de pecho son cada vez más solicitadas en nuestro país y en el mundo entero.
Si eres una de las que se lo ha planteado en más de una ocasión atiende a lo que te contamos, porque puede que resolvamos algunas de tus grandes dudas acerca de esta intervención quirúrgica.
– Edad: En España, una mujer puede operarse el pecho a partir de los 18 años e incluso antes con el consentimiento de los padres en el caso de que pudiera suponer problemas psicológicos.
– Prótesis: Las más recomendadas son las que están hechas a base de gel cohesionado de silicona de última generación, y es que además de conseguir un resultado mucho más natural supone un riesgo de rotura o fuga muy bajo. También se recomienda utilizar prótesis anatómicas (y no redondas), pues consiguen dar un aspecto mucho más natural al pecho.
– Mejores técnicas: La mamoplastia se puede realizar por distintas vías, aunque la vía areolar es la mejor puesto que permite disimular la cicatriz, controla el sangrado durante la operación y evita posibles lesiones en el músculo.
– Vuelta a la normalidad: Si tu día a día no requiere grandes esfuerzos físicos estarás recuperada en un par de días, aunque la inflamación puede durar un par de semanas y hasta un mes después no estarás tan perfecta como siempre.
– Hijos: Este es uno de los falsos mitos que se han creado, y es que no hay ningún problema en amamantar a tu bebé siempre y cuando tu caso no haya tenido que ver con actuaciones quirúrgicas sobre la glándula mamaria modificando su forma o composición.
– Duración: Las prótesis mamarias duran toda la vida, aunque se recomienda llevar un seguimiento después de 10 años llevando los implantes. Solo deberás cambiarlas en caso de roturas, fugas o desgaste excesivo.
Además de todo lo anterior, es importantísimo que busques más información sobre la mamoplastia de aumento antes de acudir al especialista.