A la hora de suavizar los rasgos de la cara podemos hacer uso de dos cosas, principalmente: el cabello y el maquillaje. Vamos a ver en el artículo de hoy de qué manera armonizar tu rostro y hacer que las facciones no sean tan fuertes o no destaquen tanto. ¿Te apetece conocer estos consejos? Pues no te pierdas todo lo que te contamos a continuación. Una vez más, ¡Maquilladas al rescate!
Suavizar con el maquillaje
Comenzaremos suavizando los rasgos gracias al uso adecuado del maquillaje. Por ejemplo. Si tienes la cara muy redonda, con la frente ancha, el maquillaje debe conseguir que visualmente se alargue y se estilice. Para ello, aplica la base de tu color habitual y ponte otra unos dos tonos más oscura en los laterales del rostro, desde la sien al borde de la mandíbula. Sobre todo difumina bien para que no se note el cambio de color. Con el colorete también alargarás tu cara poniéndolo en la parte exterior de los pómulos hacia el interior.
Rostro alargado
Si, por el contrario, tu cara es alargada y quieres suvizarla de manera que parezca más redonda, primero deberás fijarte en que tus cejas sean horizontales y largas. Aplica la sombra de ojos también de manera muy horizontal y ponte el maquillaje de los pómulos hacia las sienes. Un toque final de sombra marrón en la barbilla y visualmente se romperá ese alargamiento. Una vez más, ¡difumina!
Rostro en forma de triángulo
Un rostro triangular tiene facciones que endurecen la expresión. Para que sea más dulce, ponte iluminador claro en las sienes y maquillaje más oscuro en las mandíbulas y en la mitad de la frente. El colorete será muy suave, en tonos claros, ponte poquito debajo de los pómulos.
El cabello
El pelo rubio es perfecto para personas con piel clara y también para armonizar rasgos muy marcados porque la cara se afina y la dureza se suaviza. Para rasgos duros o nariz grande será perfecto un tono de cabello rubio oscuro o con reflejos dorados. Además, los peinados con rizos suaves y ondulados también endulzarán tu rostro, sobre todo en personas con nariz prominente o cara excesivamente fina.