A pesar de que en Maquilladas somos grandes partidarias de la belleza natural y de la aceptación (y potenciación) de las propias características, lo cierto es que a menudo también creemos necesarios algunos cambios que no solo nos pueden favorecer más sino que indirectamente también nos ayudarán a ganar en seguridad y autoconfianza.
El maquillaje es uno de los grandes aliados para conseguirlo, y es que es capaz de modificar sin demasiadas complicaciones las características de algunas zonas de de nuestro rostro como son los ojos: grandes o pequeños, juntos o separados, rasgados o redondos… ¿a ti también te gustaría modificarlos? A continuación te dejamos algunos prácticos consejos, ¡toma nota!
– Ojos pequeños: Debes olvidarte de los tonos oscuros y apostar de ahora en adelante por las sombras más claritas que llamarán más la atención sobre tus ojos y los abrirán hacia el exterior. Otra buena idea es la de aplicar perfiladores blancos o dorados (suaves) sobre la línea de las pestañas inferiores y eye liner negro sobre las superiores.
– Párpados caídos: Debes aportar luz a la mirada con el uso del iluminador, especialmente en las zonas más bajas para ‘levantar’ el párpado a nivel visual. Aplica sombras claras en todo el párpado y algunas más oscuras sólo en el inferior para disimular los pliegues.
– Ojos separados: La técnica de los smokey eyes es una de las mejores aliadas para hacer que tus ojos parezcan más juntos. Evita aclarar demasiado la zona del lagrimal con sombras claras o perfiladores.
– Ojos juntos: Debes hacer exactamente lo contrario que en el caso anterior clarificando las zonas más cercanas al lagrimal para centrar la atención en los extremos de los ojos. Aplica el rimmel especialmente en las pestañas más externas del ojo.
– Ojos hundidos: Los tonos oscuros solo conseguirán hundirlos más, así que apuesta por las sombras claras, por los toques estratégicos de iluminador y por una línea de eye liner sobre las pestañas superiores (jamás sobre las inferiores).