Puede que nunca lleguemos a conseguir el elixir de la eterna juventud, pero lo que sí que está claro es que cada año que pasa salen al mercado nuevos productos y tratamientos que nos ayudan a luchar contra el paso del tiempo favoreciendo que nuestra piel se muestre joven y saludable a pesar del transcurrir de los años. Una de las novedades que más se está implantando en la actualidad es aquella que apuesta por combatir el envejecimiento de la piel con nutricosméticos.
Los nutricosméticos son concentrados vitamínicos elaborados y distribuidos como grageas o píldoras y contienen diferentes ingredientes que ayudarán a que retrases o combatas el envejecimiento prematuro de la piel cuidándote desde el interior, puesto que su ingesta provoca que tu organismo se dote de una dosis de elementos que metabolizarán de un modo más notorio y rápido que lo que tardan los tratamientos y cremas de uso tópico y tradicional.
Existen nutricosméticos que ejercen diferentes funciones dependiendo de los ingredientes que contengan, como los extractos de granada o de té verde, las vitaminas C y E, el licopeno, el picnogeno y otras sustancias de características similares son antioxidantes que frenan la multiplicación de los radicales libres, por lo que retrasan el envejecimiento y el deterioro de la piel. El selenio, el zinc y de nuevo la vitamina C favorecen la formación de colágeno y también pueden ayudar a aclarar las manchas cutáneas.
Dependiendo de factores que el fabricante de cada nutricosmético especificará, podrás ingerirlos de forma continuada o en períodos de 2 meses. Lo que sí se recomienda para una mayor eficacia es que si tomas diferentes tipos lo hagas a la vez, puesto que su acción sinérgica se multiplica cuando tomas varios simultáneamente. Muchos de estos concentrados incluyen principios activos como la cafeína y el ginseng, por lo que se recomienda tomarlos a primera hora del día para evitar que distorsionen la conciliación del sueño.