Más allá de los productos, los buenos hábitos y la protección que proporcionas a tu cabello, existen algunas formas alternativas de estimularlo para que se mantenga más sano y hermoso.
Nos referimos concretamente a los masajes capilares, una tarea poco común en nuestras apretadas agendas que no obstante apenas nos robaría un par de minutos de tiempo y que sin duda nos proporcionaría grandes beneficios.
Cualquier tipo de masaje capilar es capaz de proporcionar efectos muy positivos para el cabello como por ejemplo una mayor nutrición del mismo o una estimulación del sistema sanguíneo que evitará la caída del pelo y favorecerá el crecimiento. Algunas otras ventajas de estos tratamientos van más allá del cabello, y es que los masajes también pueden proporcionar una mayor estabilidad al sistema nervioso.
Existen muchos productos que podemos utilizar para realizar este tipo de masajes, desde cremas caseras con ingredientes naturales y bajo coste (a base de aceite de oliva con huevo o miel, por ejemplo) hasta cremas cosméticas y ampollas ideadas específicamente para cada tipo de cabello.
Cuidado con lo anterior, porque en lo que a masajes para el cabello se refiere no todo sirve… Deberás analizar tu pelo y esos pequeños problemillas que le afectan para determinar los mejores productos y la asiduidad del tratamiento:
– Seco: realiza un masaje semanal con productos muy nutritivos ricos en vitaminas C y D.
– Mixto (raíz grasa y puntas secas): Los productos ionizados serán los mejores para tu tipo de cabello, así que aplícalos mediante un suave masaje una vez a la semana.
– Rizado: El cabello rizado es generalmente seco y quebradizo, por lo que no estaría mal devolverle la hidratación de forma quincenal mediante algún masaje antes de la ducha que ayude a repartir la grasa del cuero cabelludo por el resto de la melena.
– Teñido: Escoge mascarillas ricas en aminoácidos, suavizantes y proteínas y aplícalo una vez cada quince días o cada mes.