Muchas son las ocasiones en las que hemos podido ver a la famosísima modelo Kate Moss vestida de novia, pero ninguna de ellas tan sonriente como este pasado fin de semana, cuando se vestía de blanco por primera vez en su vida real para dar el “sí quiero” a su ya marido Jamie Hince, guitarrista del rockero grupo The Kills. Vestida por su gran amigo, John Galliano, con un diseño muy favorecedor y apropiado para esa particular boda de estilo provenzal, la controvertida modelo llegó a la pequeña capilla británica acompañada por su hija, momento que he elegido para ilustrar el post, puesto que nos permite ver con todo detalle el velo de cerca.
En contra de lo que muchos pudieran pensar, el conjunto global de la imagen que lució Kate el día de su boda fue muy sencillo y natural, una tendencia que cada día se presenta más a menudo para protagonizar un día tan importante. El primer detalle que significa esa naturalidad, es la melena lisa, con raya al medio y las puntas un poco despeinadas que llevaba la modelo para la ocasión, puesto que cada vez son más las novias que llevan el pelo completamente suelto, una tendencia muy acertada si es a lo que estás acostumbrada y te ves favorecida.
Una pequeña cinta, a modo de diadema, era la que delimitaba la parte de velo que iría sobre la cara, un fino velo que nos permite ver que el maquillaje elegido por Kate también es extremadamente natural. Una base nude, donde los ojos se perfilan en tonos marrón, y los labios lucen en un rosa muy similar al labio desnudo, donde apenas se percibe ni gota de producto. El toque de color lo aporta el colorete en melocotón, dado de manera circular sobre las mejillas. Una novia que demuestra que ese gran día no tienes porque dejar de ser fiel a tu estilo más personal.