Una cola de caballo es un peinado tan sencillo como efectivo. Permite crear un look desenfadado o más formal, dependiendo del estilo que le demos, y hoy vamos a dedicar unas líneas a repasar algunos consejos que te servirán para hacerte la coleta perfecta, esa que deseas para cada situación, cómoda y fácil de crear. ¡Lo comprobamos a continuación!
Pelo «sucio»
Un pelo limpio es más difícil de mantener en el sitio que deseas. No te digo que tenga que estar sucio, pero sí que intentes hacerte la coleta cuando no lo tengas recién lavado.
La parte de detrás
Es importante que peines bien tu pelo por la parte de detrás antes de sujetarlo con la goma. Hazlo con un cepillo ancho para quitar enredones y que el acabado sea mejor. Hazlo sujetando la base del cabello para que sufra menos la raíz.
Cola de caballo de Chiara Ferragni
Esta cola de caballo Chiara Ferragni es un ejemplo de cómo crear un peinado sencillo y efectivo. Para ello, has de hacerte primero unas ondas suaves y con volumen, sin peinar el cabello. Después, haz la cola de caballo dejando mechones sueltos por delante. El secreto es utilizar más de una goma para sujetarla, para empujarla más hacia arriba todavía. Sujeta los mechones de delante con horquillas y úsalos para envolver la goma y taparla. Aplica laca para fijar. ¡El resultado es una chulada!
Distintos estilos
Para una cola de caballo muy estirada y bien sujeta ponte algún fijador, hazte la coleta y aplica calor con el secador. También puedes poner laca en el peine para evitar que quede algún pelo fuera de su sitio. Si, por el contrario, te gusta darle un toque más informal y desenfadado, dale volumen aplicando espuma en las raíces o incluso cardando un poco la zona del flequillo, haciendo ondas y soltando algunos mechones de manera estratégica y natural.