Bien sea por motivos de trabajo o porque empieza el período vacacional, los viajes en avión también pueden resultar pesados e, incluso, poco favorecedores. Está claro que el recorrido en sí es rápido, puedes trasladarte a cualquier punto de España en trayectos de 2 horas, pero supongo que a todas os habrá pasado lo que a mí, que sales del hotel a las 9 de la mañana camino del aeropuerto, te pones a facturar, quizá haya algún retraso, y no te digo si tienes que hacer algún trasbordo. En fin, que al final llegas a tu casa a las 8 de la tarde con aspecto de haber hecho el Camino de Santiago.
Si quieres lucir resplandeciente en tus viajes laborales o a la vuelta de vacaciones, tienes que ser un poquito previsora. En primer lugar, debes hidratarte bien, porque el aire acondicionado reseca y apaga tu piel. Usa una buena hidratante facial, y puedes hacerte con un neceser transparente de viaje, de los que ya incorporan los frascos con las medidas exigidas por el protocolo de seguridad aéreo, de modo que puedas refrescar tu piel cada vez que sea necesario.
Quizá sientas más necesidad en la zona de los labios, que tienden a resecarse de un modo más habitual, tienes frasquitos vacíos muy pequeños donde incluir vaselina o un bálsamo labial. Si puede ser, evita el maquillaje, ya que después de un vuelo se nota muy ajado, es preferible, si lo necesitas, que la cremita hidratante sea con color. Durante el vuelo, bebe agua y, si te sientes floja, toma algún snack, como unos cacahuetes salados o una barrita energética, pero evita las comidas copiosas.
El cansancio en las piernas, desfavorece mucho el aspecto de la cara, para evitarlo, lleva contigo unos patucos para poder descalzarte y estar más cómoda, así como la ropa también debe ser holgada, para evitar presiones. Prepara el equipaje y el traslado al aeropuerto con tiempo, al final, lo que más nos estropea muchas veces son las prisas y el estrés. Disfruta de tu vuelo, de un modo relajado, todo ello influirá en tu aspecto lozano final. Buen viaje.