Poder disponer de una buena imagen va más allá de un pelo cuidado y un maquillaje perfecto, puesto que hay otras partes de nuestro cuerpo que también dicen mucho de ti, y una de ellas es, sin ninguna duda, las manos. Nuestras manos son mucho más protagonistas de lo que nosotras creemos, al igual que sufren más daños de los que pensamos, puesto que durante todo el año están expuestas a agentes externos de los que nunca las protegemos.
Con el paso del tiempo, conseguimos ir deteniendo un poco el reloj y mostrar una imagen juvenil, y ahí es cuando apreciamos que nuestras manos forman pequeños pliegues y tienen manchas. En ese momento, la solución más eficaz es realizarse sendos tratamientos clínicos para rejuvenecer las manos, eliminando esos pliegues y unificando el tono de la piel:
– Hidro-reestructuración: es un tratamiento que se utiliza para reparar pieles castigadas y envejecidas, aunque también hay quien lo emplea como prevención. Consiste en la aplicación de ácido hialurónico y así hidratar y reestructurar el tejido dérmico a través de microcánulas, que permiten el flujo de inyección del producto para que se realice de un modo regular y uniforme en cada zona a tratar. Esta cánula respeta todas las estructuras de la piel, minimizando el riesgo de hematomas, puesto que abarca la totalidad del tratamiento con un solo orificio de entrada. El objetivo de este tratamiento es estimular la captación hídrica de la piel, de modo que, al rehidratarla, recuperemos su elasticidad y mejoremos su apariencia con un sorprendente efecto rejuvenecedor.
– Luz pulsada IPL: es una técnica ideal para eliminar pequeñas venitas y manchas en la piel. Es un tratamiento muy seguro y eficaz para unificar el tono de piel, a la vez que le aporta luminosidad y tersura, y por lo tanto, juventud, puesto que la utilización de pulsos de luz intensa mejora eficazmente los signos visibles del envejecimiento cutáneo. Puede realizarse también en otras partes del cuerpo aquejadas de este tipo de manchitas.