Hace unos días te hablaba de lo actual del moño campanilla y de lo espectacular de su altura. Hoy hablaré del moño bajo, siempre elegante y con infinidad de posibilidades. Este tipo de moño nunca pasará de moda y te permite lucirlo en multitud de ocasiones. La diferencia con respecto a otros moños es que te permite seguir arreglada a pesar de que se te afloje algún mechón, porque incluso queda monísimo si tú misma dejas que caiga dándole un estilo casual. Gracias a su versatilidad, el moño bajo es muy fácil de hacer, puesto que no tienes más que retirar el cabello a la parte de la nuca y elegir el modo en que quieres recogerlo.
Queda bien dándole forma de cebolla, de flor, espiral… admite cualquier idea que se te ocurra. Ir recogiéndolo con horquillas a mechones irregulares te dará un toque muy personal y más volumen. Con flequillo o sin él, raya al lado o al medio, recta o en zigzag, cualquier combinación te quedará perfecta. Incluso si tienes el pelo capeado por delante y quieres retirarlo, puedes hacerlo con trencitas, torsades o simplemente con unas ranitas (la horquilla clip que ahora tanto se lleva de nuevo).
Si es para una ceremonia importante, donde quieres destacar por tu elegancia, sí que será correcto que el pelo se vea perfectamente peinado y enlacado, como en la foto de la derecha. Cualquier tocado que le pongas te dará ese toque de personalidad que realzará su elegancia. Al contrario que otro estilo, el moño bajo se acompaña de un maquillaje más natural. Elige unos tonos suaves, tanto en tu piel como en tus ojos, destaca los labios si quieres darle un aire de glamur, si te gustan los rojos pasión, adelante, incluso estamos en un momento en que fantasías como pintarte un lunar cerca del labio te quedará de lo más atractivo y sensual.