Todo el mundo sabe que después de las navidades, el que más o el que menos, ha cogido un par de kilitos y en enero empiezan las dietas, caminatas y visitas al gimnasio. Está muy bien que cuidemos nuestro cuerpo, pero no podemos olvidar que la cara forma parte de él. No sólo la has sometido a mayores sesiones de maquillaje de lo habitual, sino que otros aspectos como trasnochar, consumir más alcohol y/o tabaco, cambios en la alimentación, etc., producen en tu piel más daños de los que notas a simple vista. Cuando las fiestas terminen, es importante que te sometas a una restauración completa.
Necesitarás una limpieza de cutis, ya sea casera o profesional, y con más razón si has utilizado autobronceadores estos días. Te conviene abrir los poros con vapor, eliminar toxinas e impurezas. Después, no olvides pasarte un hielo para dejar esos poros completamente cerrados. Usa tónico, es importantísimo para una limpieza pura. Aunque te exfolies con asiduidad, éste es el momento de volver a hacerlo, eliminarás las células muertas y deshidratadas. La mascarilla irá en función de tus necesidades; si te has extraído puntos negros o comedones, conviene una purificante o calmante, si no es el caso, una hidratante será suficiente para aportar los niveles de agua que tu piel necesita recuperar después de tantos abusos.
Para esa recuperación es imprescindible que te habitúes a utilizar la crema de noche, es muy nutritiva y notarás el frescor cada mañana. Si te puedes permitir ir unos días sin maquillarte, no estaría de más que le dieras un respiro a tu piel. Por muy buenos que sean los productos actuales, un poquito siempre obstruyen los poros. Si por motivos de trabajo, o cualquier otro, necesitas darte un toque, las cremas con color son una buena opción, ya que no contienen oxidantes y son más ligeras que el maquillaje.