Es a partir de los 30 cuando todas empezamos a preocuparnos por las antiestéticas líneas de expresión, por lo que comenzamos a utilizar cremas antiedad, tratamientos hidratantes, contra las arrugas, efecto lifting, correctores, contorno de ojos… Afortunadamente, hoy en día existe una gama muy amplia de productos dedicados al tratamiento de las arrugas, aunque si tuviéramos que quedarnos con uno, posiblemente sería con la crema rellenadora de arrugas, que ofrece resultados inmediatos.
El rellenador de arrugas es la alternativa a la inyección de colágeno y su funcionamiento consiste en introducir una sustancia por debajo de la arruga para que esta estire y la piel se alise. La mayoría de las cremas y tratamientos incorporan micro partículas de ácido hialurónico que al entrar en contacto con la piel aumentan de tamaño y hacen las veces de “relleno” de las arrugas. ¿Quieres saber cómo se usa?
Aplicar rellenador de arrugas
Antes de aplicar el rellenador de arrugas es importante lavar previamente el rostro y aplicar una crema humectante para que el rellenador penetre mejor en las arrugas más finas, sobre todo en las de los ojos. Después tendrás que aplicar una pequeña cantidad de rellenador de arrugas en las áreas a tratar (contorno de ojos, bordes de los labios o escote…) con el dedo, aunque algunos productos ya vienen con aplicador.
El rellenador de arrugas se aplica siempre antes del maquillaje para que la crema penetre en la piel y no se tope con ninguna otra capa. Tras poner el producto, la piel se hincha por dentro rellenando y relajando la arruga, dando una apariencia más lisa a la superficie de la piel.
Beneficios de los rellenadores de arrugas
Entre los beneficios de las cremas rellenadores, podemos destacar su impresión inmediata de rellanar la arruga y que los resultados pueden apreciarse en la primera aplicación. Además, algunas cremas incorporan sustancias luminosas que crean un efecto óptico que borra las sombras que producen las arrugas. Por si fuera poco, se trata de un tratamiento poco invasivo.