El maquillaje está lleno de misterios para las aficionadas que nos maquillamos simplemente para conseguir un aspecto mejor cada mañana o para realzar nuestra belleza o nuestro look en las ocasiones especiales. Estos misterios son a menudo productos que, aunque llevan años siendo utilizados por los profesionales, no son de uso habitual para la mayoría de mujeres.
Uno de ellos son los polvos faciales translúcidos, que probablemente muchas ya estarán confundiendo con otros productos. Este cosmético es muy importante puesto que sirve para prolongar el corrector y la base de maquillaje durante más tiempo consiguiendo que la piel mantenga una apariencia fresca como recién maquillada.
Debes elegir siempre los tonos más adecuados a tu piel y a las características determinadas de tu tipo de tez, si bien generalmente el color de los polvos vendrá siempre determinado por el tono de la base de maquillaje que hayamos utilizado, a la que se debe adaptar para no destacar como si de un blush se tratase. Ya sabes que ni la base ni los polvos tienen como objetivo de modificar el color de tu piel sino embellecerla y disimular las imperfecciones, por lo que debes andarte con ojo a la hora de escogerlos.
Debes aplicar los polvos translúcidos justo después del maquillaje para mantenerlo y para dar un aspecto suave y aterciopelado al rostro que evita los brillos de las zonas más grasas. Generalmente suele aplicarse también en las zonas en las que el corrector tiende a desaparecer más rápido como la nariz o el mentón.
Si te animas a mejorar tus técnicas de maquillaje lo mejor que puedes hacer es acercarte a tu tienda de estética o perfumería y preguntar a los especialistas sobre el producto que más puede adaptarse a ti.
Mejorar tus hábitos con esta rápida acción no te costará ni un minuto, ¡pero dejará resultados muy visibles en tu maquillaje!