Las manos son una de las partes más delicadas de nuestro cuerpo, y una en las que más se aprecia el paso de los años. De hecho, al envejecer las manos pierden grasa y su piel se afina extremadamente, provocando que las venas sean fácilmente visibles y que aparezcan las antiestéticas manchas oscuras.
Mantenerlas cuidadas y jóvenes no es para nada una tarea fácil, pero debemos llevarla a cabo puesto que es una de las partes más importantes para nosotras, las mejores transmisoras y receptoras del tacto.
Al estar continuamente al descubierto, las manos son una de las partes de nuestro cuerpo que más horas se mantienen expuestas a la radiación solar, tanto en verano como en invierno. Esto provoca, si no utilizamos cremas de factor 15 como mínimo, que puedan aparecer manchas oscuras en la piel.