Creo que son muchas las ocasiones en las que cuando algo nos sorprende, decimos o pensamos que nada puede superarlo, que ya está todo visto, y de repente, llegan nuevas modas que nos vuelven a dejar con la boca abierta. A lo largo de los años, son muchas las tribus urbanas que nos han ido mostrando los looks más variados, desde los rockers, a los mods, pasando por los punkis, hasta llegar al estilo emo, una de las últimas imágenes que más ha destacado en los últimos años.
Hace unos días te hablaba de cómo maquillarse y peinarse como una scene queen, pues bien, esta forma de manifestarse tan artística, cada vez va copando más seguidoras y, por lo tanto, más variantes. Diferentes técnicas que se acoplan a este último movimiento en el que, si cabe, aún hay rasgos y matices que le dan una apariencia más extravagante. En unos ojos donde antes veíamos el negro como absoluto protagonista, a modo de rímel exagerado y eyeliner muy marcado, vamos viendo como el colorido toma presencia, pero de un modo totalmente extravagante.
Sombras muy sólidas y espesas, con una gran carga de pigmentos y purpurinas vienen a cubrir la totalidad del párpado superior, de un modo absolutamente monocromático, que sólo rompe el lápiz negro que pinta, intencionadamente, el total de la ceja, haciéndola gruesa y casi tosca.
Se mantiene la piel de porcelana, pero varía la aplicación del colorete, ya que donde había unas mejillas redondas muy marcadas, ahora se abre paso un blush que baja recto desde la sien para formar un pico de flecha al descender por todo el pómulo hasta la comisura de los labios. Se mantienen los tonos de fantasía sobre las largas melenas, en las que el color rosa sigue siendo el verdadero protagonista de esta nueva tendencia tan original y atrevida.