La base de maquillaje es uno de los productos indispensables en tus rutinas de belleza diarias. Es lo que hace que tu piel luzca lisa y sin imperfecciones, unifica tus poros y consigue que tu rostro tenga una aspecto saludable y bello. Pero, ¿cómo elegir la base perfecta para ti? Hay tantas opciones que quizá te pierdas en la búsqueda… Atenta a los consejos de hoy, a ver si te ayudan en esta tarea.
Escoger el tono adecuado
Para saber cuál es el tono perfecto para ti tienes que escoger aquel que más se parece al de tu piel. No te compres una base más oscura para parecer más morena. Debes probarla con una buena iluminación, si puede ser natural, mejor, y si puede ser en el rostro mejor que en el dorso de la mano. Puedes hacerlo en la parte inferior de la mejilla, por ejemplo. Y fíjate en el contraste con el cuello.
Las texturas de la base de maquillaje
Las bases de maquillaje tiene diferentes texturas. Las fluidas quedan muy naturales y se pueden usar en todo tipo de pieles. Las compactas cubren más y son buenas para un maquillaje de noche, y las de formato polvo son más adecuadas para pieles grasas ya que absorben el exceso de grasa y evitan la aparición de brillos. Son fáciles y cómodas de aplicar, aunque si la piel es seca hace que todavía tenga una aspecto menos hidratado. También las hay en textura mousse, muy ligeras y apropiadas para pieles con pocas imperfecciones.
Otros aspectos que tienes que tener en cuenta
Además de la textura y el tono, también puedes elegir el efecto que deseas que esa base haga en tu piel, es decir, si quieres que tenga acción antienvejecimiento, que proporcione mayor iluminación y firmeza, que tenga factor de protección solar…