Aunque a la vista de los demás puede que no se note, tú que te conoces bien eres consciente de aquellas cosas de tu rostro que te gustaría modificar.
Las mujeres con los ojos demasiado juntos a menudo consideran este rasgo como un defecto o una imperfección. No obstante, debes aprender a vivir feliz con tus características y, sencillamente, intentar modificar gracias aquello que no te gusta gracias al maquillaje para así sentirte mejor.
La clave de este maquillaje se encuentra en el juego de contrastes entre las sombras más claras y las más oscuras: aplica las sombras más opacas como negros, gris plomo, azul marino o violeta sobre el párpado móvil, desde el centro del ojo hacia el exterior procurando seguir una línea ascendente hacia las sienes. Esta sombra ayudará a dar profundidad y a abrir más la mirada hacia el exterior.
Las sombras más claras y luminosas, por el contrario, deberás aplicarlas en la zona interna del ojo junto al lagrimal.
Sobre ambas sombras debes dar un toque con el eye liner de la misma manera que has hecho con las sombras oscuras, desde el centro del ojo hacia el final y con una suave línea ascendente hacia el final.
Rasgando un poco tus ojos conseguirás que el efecto óptico de separación y la atención de tus ojos se centrará en los extremos, que es precisamente lo que buscábamos con este maquillaje. Para completarlo, aplica el rimmel especialmente en la zona de las pestañas exteriores.
Si a todo esto le añades un poco de luz con un iluminador o una sombra clara bajo el arco de la ceja, conseguirás un efecto muy distinto al habitual.
Pruébalo… ¡Y cuéntanos qué tal!