Limpieza de cutis según el tipo de piel


Como ya te hemos repetido mil y una veces en Maquilladas cada tipo de piel, como cada persona, es un mundo… Esto significa que en muchos sentidos su cuidado, su mantenimiento y los productos que utilizan deben ser también muy distintos como para adaptarse a sus propias necesidades.

Ya sea a nivel profesional o casero, la limpieza facial es uno de estos hábitos que debemos llevar a cabo sin perder de vista las características y los requerimientos de nuestra piel.

Autoanalízate y presta atención a los siguientes consejos en función de tus características:

Piel apagada: Adquiere este aspecto a causa de factores internos y externos como la contaminación, el tabaco, el estrés o los malos hábitos de sueño. Para recuperarla la luz y la juventud de tu rostro deberás realizar una limpieza antioxidante a base de uva (tiene mucho resveratrol) o de vino que por sus vitaminas A, C y B reactivarán la actividad celular.

Piel sensible: La delicadeza y fragilidad de tu piel requiere tratamientos más suaves, pues los más agresivos podrían irritarla todavía más. Evita al máximo todas aquellas fórmulas con jabón, con alcohol o con ácidos de frutas o químicos y apuesta por los peelings a base de productos como la rosa de mosqueta, las leches y las aguas de limpieza más suaves.

Piel grasa: No es tan importante limpiar tu piel continuamente como saber de qué manera y con qué productos hacerlo correctamente. Busca fórmulas que equilibren y controlen el exceso de sebo de la piel sin resecarla, pues los que producen este efecto pueden tener el efecto opuesto generando un cutis todavía más graso y un desequilibrio en la piel.

Piel seca: Cuidado con los productos que utilizas para la limpieza facial, pues podrían resecar todavía más tu frágil cutis. Las fórmulas en crema ayudan a suavizar la piel aportándole un extra de humectación a la vez que ayudan a limpiarla, lo que realmente favorecerá a tu cutis.

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