A veces por desconocimiento, otras por dejadez, pero lo cierto es que en ocasiones cometemos ciertos errores con nuestro maquillaje y aplicación de productos cosméticos. A continuación te vamos a contar algunos de los más frecuentes, para que así ya no puedes utilizar el “no lo sabía” como excusa. Es muy fácil y seguro que rápidamente aprendes a mejorar tus rutinas diarias de belleza y consigues lucir un aspecto maravilloso. ¡Vamos a conocer dónde lo hacemos mal para aprender a hacerlo siempre bien!
Colorete discreto y elegante, por favor
Un colorete muy marcado y nada difuminado es un error que hay que evitar siempre. Precisamente este toque final sirve para dar forma al rostro y lucir una cara radiante, pero si nos pasamos en cantidad o no lo aplicamos bien el efecto va a ser horrible.
El tono de la base de maquillaje
Uno de los errores que más frecuentemente cometemos y que más se puede notar es el no utilizar el tono de base de maquillaje correcto. Lo adecuado es emplear una que sea lo más igual posible al color de tu piel, no más oscura para parecer que estás más morena ni de otra tonalidad que no se asemeje a la tuya natural. Siempre que puedas deberás probarla antes de comprarla, a ser posible en la cara y con luz natural, así apreciarás bien su efecto.
Corrector muy claro
Aquí ocurre igual que con la base, debes elegir un corrector del mismo tono que tu piel, extenderlo bien en la zona de la ojera y no comprar uno que sea más claro o conseguirás el efecto totalmente contrario. También es bueno ponerlo después de la base de maquillaje.
Rimel apelmazado
No por ponerte más máscara de pestañas vas a conseguir más volumen, cuanto más apliques, de hecho, más pegotes saldrán y tus pestañas tendrán un aspecto apelmazado y nada bonito.