Una buena manicura puede decir mucho de una persona, hoy en día no solamente de las mujeres sino también de los hombres.
En este sentido, y a diferencia de lo que muchos todavía creen erróneamente, realizar la manicura no significa solamente limar las uñas y pintarlas, pues el proceso tiene muchos más pasos que quizá no hayas tenido en cuenta hasta ahora.
Un paso fundamental que muchas personas desconocen es el de quitar las cutículas, esos pellejitos que se establecen entre la uña y la piel del exterior del dedo
No obstante, es muy importante que realices la tarea con mucho cuidado y suavidad, pues de eliminarlas mal podrías favorecer la entrada de todo tipo de gérmenes que podrían producirte desagradables infecciones.
Echa un vistazo a estos sencillos pasos y conseguirás fácilmente unas uñas libres de cutículas:
1. Necesitarás tomar un bol, ablandador de cutículas, papel, un bastón quitacutícula (tiene una forma muy determinada, así que no lo sustituyas por otro) y crema nutritiva.
2. Elimina cualquier resto de esmalte de tu anterior manicura y mete tus uñas en un bol con agua tibia y un poquito de ablandador de cutículas durante un par o tres minutos, aproximadamente. Si no tienes ablandador, sumergirlas durante 10 o 15 minutos en aceite de oliva es también un buen recurso para conseguirlo.
3. Seca las uñas con suavidad, aplica sobre las cutículas un poquito de crema hidratante y masajea ligeramente para evitar la abundancia de producto.
4. Con el palillo quitacutículas arrastra delicadamente esta piel desde la parte superior hasta el nacimiento o, lo que es lo mismo, de la uña hacia el dedo. El objetivo es ir levantando la piel de la cutícula moderadamente para despegarla de la uña. Nunca las cortes, puede crear fuertes infecciones.
5. Por último, vuelve a aplicar un poco de crema nutritiva y masajea la zona para devolverle la suavidad y delicadeza que la caracteriza.
¡Ya se encuentran listas y perfectas para una nueva manicura!