A veces ocurre. Te miras en el espejo y ves que tu piel está apagada, como triste, no tiene vitalidad ni alegría. Hoy vamos a ver cómo podemos dar luz al rostro para que resplandezca y muestre un aspecto sano y muy bello. Son pequeñas cosas que puedes hacer en casa, muy sencillas y cómodas. Eso sí, siempre con constancia. ¡Vamos al lío!
Limpieza e hidratación
Es fundamental que el rostro esté hidratado y limpio. Es el comienzo para iluminar tu piel, ya que de ello dependerá en gran medida el éxito del trabajo que realicemos después. Así que mantén una correcta higiene de tu piel y bebe mucha agua, ya sabes, es bueno para cuidarte por dentro y por fuera.
Exfoliación y pellizcos
Para mantener tu rostro cuidado y darle luz si se encuentra apagado, nada mejor que exfoliarlo de vez en cuando. Los rasgos se suavizan, quitamos piel muerta y ayudamos a regenerar. ¿Pellizcos? Claro, pero suaves, no es cuestión de dejarte marcas. Se trata de hacer unos pequeños movimientos, como girando el trocito de piel que hemos cogido con los dedos y apretando antes de soltar. Puedes hacerlo en la mandíbula, en los pómulos, nariz y frente. Ayudará a que tu piel recupere la tonalidad y vitalidad perdida.
Otros trucos para dar luz al rostro
El estrés, el tabaco, la contaminación… son aspectos externos que pueden hacer que la piel esté menos tersa y con menos luz. Una forma de devolverle vigor es haciendo baños de agua caliente y fría. También puedes hacer un baño de vapor, poniendo agua en un cuenco, con unas gotas de manzanilla y aceite de rosas, y colocando tu rostro sobre ello, para abrir así los poros. Y si ves que tu piel se reseca en exceso, algo que hará que pierda luminosidad, prueba a no utilizar base de maquillaje o a usar productos apropiados para pieles apagadas y sin vida.