Purifica tu piel con la fangoterapia


Hace unos días hablábamos de que la exfoliación corporal es importantísima en otoño, ya que el cuerpo ha estado sometido a numerosas radiaciones solares, aún en los casos de máxima protección. La piel se va curtiendo y las duchas diarias no son suficientes para eliminar todas las células muertas que van quedando en las capas superficiales de la piel después de la regeneración natural.

Como consecuencia de ello, nuestra piel se va mostrando más seca, especialmente en algunas zonas concretas como codos y talones, aunque también se aprecia bastante en piernas y brazos en general. Pero el problema no es solo estético, sino que también estamos facilitando que los poros se obstruyan y no sean capaces de eliminar todas las toxinas que el cuerpo necesita que sean expulsadas. Por ello es importante dejar la pereza a un lado y exfoliarse a conciencia en algunas épocas del año.


Pero aún hay más, ya que existen tratamientos faciales y corporales que pueden contribuir en gran medida a que tu piel se sienta completamente purificada. Uno de ellos es la fangoterapia, que consiste en la aplicación de arcilla tanto en el cuerpo como en el rostro, según sea tu elección. Este sistema se emplea desde hace muchísimos años por sus propiedades astringentes y purificantes, siendo muy demandado como terapia curativa en personas que sufren una tendencia bastante acusada a padecer acné. Esto es porque su poder bactericida limpia y protege la piel de todo tipo de imperfecciones derivadas por el exceso de grasa.

La fangoterapia también se emplea en tratamientos contra la celulitis, ya que además de limpiar la piel, también es capaz de eliminar exceso de grasa localizada. Por ello es un tratamiento muy completo, ya que limpia, purifica, remodela y todo ello dejando un tacto y apariencia nutrido, excesivamente suave y delicado. Como es habitual en estos tipos de tratamientos, conviene que te los realices en centros especializados.

Piel,
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