Tanto mis compañeras como yo, andamos siempre detrás de todo lo que es tendencia en maquillaje, peluquería, y tratamientos corporales para poder ofreceros los mejores consejos y las últimas tendencias. Con el tiempo, todas las mujeres vamos aprendiendo que la base de una buena imagen no radica sólo en cómo te arreglas, sino también en cómo te cuidas, por eso insistimos tanto en 2 conceptos básicos que favorecerán el estado de tu piel: una buena limpieza diaria y mucha hidratación.
La limpieza es el cuidado externo por excelencia, con él no sólo eliminas restos de maquillaje, sino que liberas a tu piel de los daños que la polución ejerce sobre ella; así que, aunque no te maquilles, límpiate siempre la piel para evitar poros obstruidos, y permitirle el mejor descanso (piensa que tú tampoco serías capaz de dormir con un vaquero puesto). Otro cuidado externo imprescindible es una crema diaria que le aporte un buen nivel de hidratación.
La hidratación es el mejor de un cuerpo saludable, por ello una crema facial o corporal no es suficiente. Estos productos relajan la piel al momento, pero los mejores niveles de agua en la piel los alcanzarás sólo si te acostumbras a beber una media de 2 litros de agua (bueno, me vale un litro y medio). El hábito es fácil de adquirir y lo bueno es que te acostumbras, hasta llegar a ser casi aditivo.
Personalmente, yo ingería gran cantidad de refrescos al día, y noté un gran cambio en mi piel cuando me convencieron y los cambié por botellas de agua. El agua es buena para todo el organismo, te purifica de un modo natural, funciona como un drenaje que elimina impurezas, e impide que se acumule grasa en las típicas zonas donde suele aparecer la celulitis. A nivel facial, el cutis está mucho más iluminado y elástico, por lo que también mejora el aspecto de tu cara y ayuda a retardar la aparición de las arrugas. Pásate al agua y ya me dirás.