Más allá de los colores que cada temporada vengan de moda, hay un estilo, el Total Black, que siempre encontraremos en nuestro fondo de armario; y es que un pantalón pitillo negro, con un sueter de cuello vuelto en el mismo color, y un enorme bolsón, son las claves básicas para acertar siempre.
Como ocurre con otros estilos de ropa, el Total Black también se puede acompañar de su propia técnica de maquillaje, que consiste, básicamente, en mostrar un tono nude en el rostro y destacar los labios aplicando color. Para lograrlo, es importante que comiences con una base de maquillaje de acabado mate y con apenas color.
Estas bases, aún careciendo casi de tonalidad, son muy cubrientes, gracias a su acabado en polvo, un acabado que además te proporciona un cutis seco y libre de brillos producidos por la grasa, o el sudor. Para subir el tono, será suficiente con aplicar un colorete en tonos miel sobre las mejillas, con una leve prolongación ascendente hacia la sien.
Para los ojos, es muy importante resaltar la mirada delineando el párpado superior con un eyeliner de plumilla, que te facilite realizar un leve rabillo en el exterior, pero de un modo muy sutil, que sólo contribuya a dar sensación de espesor al extremo de tus pestañas. La sombra será en tonos beige, de textura crema y que te permita obtener un efecto muy natural y ponible.
Donde puedes echar algo más de mano es en la máscara de pestañas. Hazte con un rímel que las multiplique al máximo, que te dé volumen, longitud, mucho color… un producto de los considerados efecto “pestañas postizas”, pero siempre aplicado con corrección para evitar grumos y sensación pastosa.
Completa tu imagen con un labio muy marcado y perfectamente maquillado, preferiblemente en color rojo, que es el más adecuado para este look. Perfila suavemente con un tono superior al labial que hayas elegido, y después rellena tu labio con un pincel que permita que ese perfilado luzca de un modo muy tenue.