Existen numerosos utensilios de maquillaje y todos ellos están destinados a conseguir distintos efectos y acabados, pero hay una técnica que se está imponiendo cada vez con más fuerza y que hace mucho tiempo es empleada por numerosos estilistas de reconocido prestigio. Esta técnica no es otra que la de maquillarse con los dedos, una manera de aplicar diversos productos a toquecitos para obtener un acabado tan perfecto como natural.
Lógicamente, las herramientas que se han venido utilizando toda la vida, también tienen cabida en esta técnica de maquillaje, pero no del modo tan absoluto como se venía haciendo hasta ahora. Posiblemente, uno de los útiles que más se está dejando de utilizar son las esponjas de maquillaje, ya que se empieza a comprobar que este producto ofrece un acabado mucho más bonito cuando se aplica en zonas localizadas con los dedos y no en toda la superficie del rostro.
La clave está en poner la crema hidratante en el momento de maquillarte, así favorecerá un mejor deslizamiento del maquillaje y que éste se funda con la piel. Aplícalo en frente, nariz y barbilla con ambas manos, casi como si fuera la hidratante, pero no pongas una cantidad excesiva, así evitarás que queden marcas en el nacimiento del pelo. En la zona de las mejillas ve aplicándolo de un modo más difuso, de modo que no queden contornos con el antiestético efecto máscara. Limítate a cubrir imperfecciones, ya subirás luego el tono con el colorete.
En los ojos también puedes maquillarte con los dedos, tanto para difuminar alguna sombra como para iluminar el arco de la ceja. Y en los labios queda de maravilla aplicar el labial a base de pequeños toques que ayudarán a fijar la barra, así como para añadir otros en un tono un poquito más alto y conseguir un poco de efecto volumen muy natural.