Utilizar un maquillaje fresco es el mejor de los recursos para potenciar tus encantos, y es que donde esté un rostro hermoso casi al natural que se quiten los artificiales efectos del maquillaje más llamativo…
Ahora que se acerca el verano es el mejor momento para empezar a probar con uno de estos looks tan frescos. ¿Quieres saber cómo hacerlo sin quedarte en el intento? No pierdas detalle de lo que te contamos!
Para empezar debes tener en cuenta que el efecto de tu maquillaje debe dejarte un aspecto al que podríamos bautizar como ‘cara lavada’, es decir, uno de aquellos en los que los cosméticos están ahí pero que prácticamente ni siquiera se notan sobre tu piel.
Teniendo en cuenta esto uno de los pocos cosméticos que podrás utilizar es tu corrector, y es que por naturales que queramos ir nunca está de más intentar disimular esas imperfecciones que tan poco nos favorecen; no obstante, tampoco abuses de este producto o sentarás ya una mala base para el posterior maquillaje.
La base es el producto fundamental, eso sí, esta vez mezclado con un poquito de crema hidratante para refrescar la piel o bien en cosméticos que incorporan ambos ingredientes directamente.
Para sellar los anteriores, aplica una ligera capa de polvos traslúcidos sobre la piel siendo precavido par a no eliminar de la misma el brillo natural de la piel.
Si quieres decorar un poco tu mirada aplica un poco de sombra de ojos de color natural (tostado, marrón oscuro, etc.) muy bien difuminado sobre la cuenca del ojo, y da el toque final con un poquito de rimmel procurando no dejar artificiales pegotes sobre las pestañas.
En los labios bastará con toque de color rosa suave y un poquito de brillo labial.
Por último, también puedes dar un toque de luz con el iluminador sobre el párpado fijo y el arco de la ceja para dotar a tu rostro de una mayor expresividad.