A la hora de escoger nuestro estilismo diario somos conscientes de que hay algunos tipos de peinado y estilos de maquillaje de aquellos que nunca fallan: si los el cabello suelto y liso resultará ideal por su comodidad, elegancia y feminidad, el maquillaje en tonos marrones y naturales resultará sofisticado a la vez que natural y por tanto fenomenal para cualquier ocasión que se presente.
¿Cómo maquillarte para lograrlo? En Maquilladas te damos algunos consejos para hacerlo con toda la elegancia y sin cometer errores… ¡toma nota!
Un café por la tarde, una cita, una fiesta elegante y hasta tu jornada laboral son momentos idóneos para lucir un maquillaje
en tonos marrones que se mueva entre la neutralidad de estos tonos tan naturales y el glamour que añaden algunas de las técnicas con que podemos aplicar cada uno de los productos.
En este sentido y pensando en primer lugar en el maquillaje de ojos, si buscas un maquillaje más bien formal y elegante probablemente debas apostar por tonos más intensos y brillantes. Por otra parte, para las ocasiones más habituales quizá te vayan los colores más neutros y naturales como el crema, el tostado o los tonos arenosos en sus versiones mate.
Sea cual sea la línea que escojas debes tener en cuenta lo siguiente: los tonos claros como los cremas y beige deberán aportar iluminación sobre el párpado fijo y eventualmente también sobre el lagrimal, mientras que los más oscuros deberán tomar el predominio del párpado móvil (solos o combinados con un segundo tono) con la técnica que prefieras.
Para rematar la mirada, nada mejor que una línea de eye liner y una buena capa de máscara de pestañas.
En lo que al colorete se refiere deberás tener muy en cuenta el tono de tu tez para determinar el color más apropiado en tu caso: si tu piel es clara apuesta por tonos suaves y cercanos a los melocotón o rosados, pero si eres morena todo el año no dudes en favorecer tu bronceado natural con algunas más intensas.
Nuestro consejo para los labios es claro: si quieres acertar siempre apuesta por los tonos nude, los rosados y los marrones más suaves… ¡los oscuros pueden ser demasiado agresivos en según qué ocasiones!