Tras unos meses donde los tonos luminosos y llamativos y las bases de maquillaje tostaditas nos sentaban fenomenal entramos en esta época difícil que es el otoño, una temporada de cambios donde es difícil determinar cuál será el maquillaje idóneo para cada día.
En lo que respecta al maquillaje lo mejor es situarse en un término medio: no sería correcto utilizar tonos tan cálidos y llamativos como durante la época estival pero tampoco demasiado oscuros o fríos como los que probablemente vengan durante el invierno.
Según esta regla lo primero que deberías pensar es en la base de maquillaje… ¿Cómo elegirla? Pues básicamente teniendo en cuenta que el color dorado de tu piel está desapareciendo y que lo importante ahora es conseguir un maquillaje de tu tono que se funda a la perfección con tu piel dejando un aspecto completamente natural.
Si tienes ojeras u otras imperfecciones no olvides disimularlas con el corrector y da un poco de vida a tu apagado rostro con algunos toques de iluminador en las zonas clave (dependerá de cada persona).
No olvides que los polvos traslúcidos ayudarán a matificar el maquillaje y a que aguante intacto durante más tiempo, algo que realmente interesa durante estos meses cuando nuestro aspecto probablemente sea menos saludable.
En lo que a la mirada se refiere debes apostar por tonos claritos y los naturales como los marrones o los tierra. Te recomendamos seguir la siguiente guía: aplica una sombra clarita de textura mate sobre todo el párpado y da un toque después con una más oscura del marrón que escojas sobre el hueso y el exterior del ojo.
Si te gusta puedes trazar con el lápiz perfilador (en negro o marrón) una línea sobre las pestañas superiores o inferiores; si la difuminas ligeramente conseguirás un toque más actual.
Si eres de tez algo morena utiliza un blush de color melocotón, pero si eres blanquita bastará con un rosado que dé un aspecto más saludable al rostro.